Este
es un post en un día diferente, pero no porque hayamos discutido más que nunca, no tendrá un tono revanchista o vengativo. Lo usaré para decirte lo que pienso,
y que lo sepas, y lo puedas leer cuando quieras.
Tal
vez te cueste creerme en las cosas dichas o hechas por mi. El sentirme insegura
no puede nunca ser el motivo de esos comentarios, porque te reitero, lo que tal
vez te diga con frecuencia, y es que no existe para mi otras realidad en mi
vida que no seas tú.
Así,
con tus locuras esporádicas, tus días buenos y malos, no hay día en que no
piense en que definitivamente eres lo mejor que me paso! En todos los sentidos
de mi vida, siento que llegaste a sacar lo bueno, a darme paz, tranquilidad y
felicidad, una felicidad que para serte honesta, no había experimentado
antes. Todo lo pensado del amor, habría
sido carreta hasta que experimente lo que he vivido contigo. Todo lo hecho, dicho, escrito, demostrado,
han salido completamente del corazón. Créeme, hasta los comentarios retorcidos
han salido en el momento que lo he sentido. No me he privado de nada, me lo he
permitido todo.
Inseguridades.
Si las hay, no tengo porque decir mentiras. Cosas que han pasado me han hecho
pensar que si soy yo lo que buscas, o definitivamente quieres seguir andando y
encontrar en alguien más lo que
necesitas para tu vida. Me pregunto con
mucha frecuencia que hay detrás de los mensajes con otras personas. En algún momento un buen amigo me dijo que
los hombres son así… que se sienten bien llamando el interés de otras personas,
pero que en la mayoría de las ocasiones no pasa de ahí. Tal vez este sea el
caso. Supongo.
Pero
mi querido amor, usted es hombre y no conoce el enredado corazón de una mujer.
Hay que ver con todo lo que uno tiene que cargar en la vida. Vivir con las
hormonas cambiantes no es fácil, y de ahí la sabia frase “quien
entiende a las mujeres”. No nos entiende nadie, porque a veces las razones
son tan obvias pero los ojos de una mujer nunca las ve. Ese deseo constante de
volver a saber lo que uno ya sabe, no es otra cosa que la manera de decirse a
si misma: “ok, me dijo que me ama, todo esta bien entonces.”
Así
soy, así somos todas. No hay mujer en esta vida que no sea así, unas en mayor o
menor grado que otras. Y no hay mujer que no se sienta amenazada si encuentra
mensajes por ahí.
Eso
lo explica todo (por lo menos para mí). Yo, que me he jactado con mis amigas de ser
una mujer pacífica y tranquila, siento que últimamente no lo soy tanto. Y debe
ser porque el amor esta haciendo de las suyas conmigo… Cuando uno ama tiene que pensar mal, diría mi abuela, que ya tiene
mas camino recorrido en la vida, y que tuvo que lidiar con un viejito que en
sus años mozos se le descarriló un poquito. Y que vaina!, seguramente ella le
habrá dado cantaleta, pero habrá servido de algo porque los dos se levantan en
la misma cama, viéndose la cabeza llena de canas y la cara llena de arrugas.
Yo
no tengo más que decir de ese tema. Más, sería escribir un periódico sin
sentido. Y como no hay que redundar en lo malo, yo me voy a sincerar, y lo voy
a hacer precisamente aquí y ahora.
Yo
no creía en el destino, ni en las casualidades. Tampoco creía en las parejas
perfectas y carticas de amor. A mi la vida me había mostrado otra cosa, muy
diferente, y por no decir más, me conformé con lo que la misma vida había
traído para mi.
El
año pasado, la vida, Dios, el destino, me sacudió y me mostró otra cosa. Ese
fue como un: “abre los ojos grandes que tienes y mira bien!!!”
Y
como ya sabes… no miré bien… pasé despistada con gripa y fea. Así es la vida
retrechera, me lo trajo con moño y todo, y yo no me había dado cuenta.
Cuando
empecé a sentir, que me movías el piso, le dí la orden a mi corazón de ir
despacito. Si pasaba algo malo, me levantaba y no pasaba nada…“ Que un man venga a querer pasar el rato, que
eso crea el, que me va a tramar y que yo voy a caer… que eso crea el.”
Ahhh
que vaina! El tiempo es puñetero y descarado!, y caí sin darme cuenta. Y desde ese día lo admití. Admití que te amo.
Tu lo hiciste primero, tu tienes las cosas tan claras… A mi me cuesta un
poquito más darle permiso al corazón para que funcione como debe ser.
Y
bueno, y desde ese día SOY FELIZ. Lo digo con todas las letras de la palabra,
porque sin quererlo a mi vida llegó lo que necesitaba, lo que en el fondo
deseaba. Y no tengo que ocultarle al mundo que usted, señor de saco y corbata,
vino a ponerme los prejuicios patas arriba y a soltarme la cadena para que
viviera. Así de simple.
Y te
conocí, y me llena de orgullo saber que una persona como tu pueda compartir la
vida conmigo. Siendo los dos, unos seres tan imperfectos, yo veo en ti una
lista de virtudes, que creo que hasta tu mismo ni sabes. Te veo con admiración,
porque veo en ti ese tesón que no había visto en nadie más. Te veo con orgullo,
por tus logros, por tus metas cumplidas, por tus talentos. Te veo con amor,
porque me has mostrado tu lado tierno, que deja de ser bravo y serio, y es una
divinura hermosa. Te veo con deseo, porque me encantas de una manera… que
físicamente me paras todos los pelos del cuerpo. ¿Qué mas le puedo pedir a la
vida? Acaso esos sentimientos no son la base de un amor sólido y duradero?
Yo
no se si seré una buena novia, o una buena compañera de vida. Lo ignoro por
completo, pero todos los días me acuesto y me levanto dándole gracias a Dios
por tu vida. Tu no te alcanzas a imaginar todo lo que deseo para ti, y ojalá
este ahí para poder ver mis deseos cumplidos.
No conozco el límite del amor, y no creo estar cerca de conocerlo,
porque lo que siento por ti no es pasajero, no esta nutrido del “momento”.
En
resumidas cuentas, y para quitarle el tono de novela de Corín Tellado, yo
podría decirte algo, que tal vez suene cantinflesco, pero aclaro no lo digo, en
sentido literal de la obra… Pa donde
usted ande, mi Quijote, aquí tendrá a su Sancho Panza. Y así será. Como decimos
aquí: Al pie del coco estaré. Así, imperfecta y jodona. Esperando cada día que
la cara se te ilumine con esa sonrisa tan hermosa que tienes, y esperando
además, que el tiempo haga lo suyo. Tu tiempo, ese que tienes en tu cabeza y
que yo no conozco cual es.
Todo
lo dicho y leído ayer lo recojo en una bolsita, le hago un nudito y lo tiro
lejitos, así como tus lagrimas y tu carita triste. De verdad te pido que trates
de perdonarme de corazón por lo del Hotel. Ese es un tema que me da duro en el
alma.
Yo
no tengo nada más que decir. Ah si, una cosa: Lo amo con amor de manicomio,
cucarachero.
